Previo al partido contra Países Bajo, los argentinos armaron una fiesta en el Souq Waqif.
El banderazo argento ya es un clásico por las calles de Doha. Este jueves, minutos antes de las 7 de la tarde, los argentinos volvieron armar una fiesta en apoyo a la Selección que este martes se enfretará a Países Bajos.
“Que mañana cueste lo que cueste, que mañana tenemos que ganar”, arrancó el grupo de más de un millar simpatizantes que se congregó frente a la escultura del dedo, en el céntrico mercado de Souq Waqif.
Los hinchas despliegaron su energía por la capital quatarí y sacaron a relucir algo que distingue al argentino con respecto al resto: la pasión para apoyar a la Selección.
El famoso dedo dorado, ícono del Souq Waqif, fue testigo de la quinta movilización argentina esta Copa del Mundo.
Durante más de una hora, entonaron los clásicos que suenan en este Mundial. Hubo bombos y saltos en la transitada esquina del mercado. En el bar Al Hallab, la libanesa Fatima tenía hoy su primer día de trabajo. Los hinchas estaban parados en las sillas y sacudían las vallas que separaban la calle de las mesas.
El quinto partido de la Selección en este Mundial marcó una renovación de hinchas. La primera parte sostuvo su excursión a Medio Oriente durante los tres partidos de la fase de grupos y octavos de final. Esta semana, arribaron al aeropuerto de Doha vuelos desde Ezeiza y también de otras partes del mundo con nuevos contingentes de argentinos.
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