Por Victoria Zorraquín, profesora, investigadora y escritora especializada en Educación. Directora de Educere ONG (*).
Mientras que recibimos los nuevos datos de las Pruebas Aprender 2022 que muestran que 4 de cada 10 alumnos argentinos no alcanzan el nivel esperado en Matemática y que 1 de cada 4 no lo logra en Lengua, nuestro país camina hacia otra campaña electoral. Son muchas las voces que están pidiendo a los candidatos que el tema educativo sea clave en su agenda, ¿Pero de qué modo? ¿Por dónde tenemos que pensar mejores caminos? ¿Cuál es la urgencia y la prioridad?
Si no hacemos un giro en el modo como pensamos y ejecutamos las políticas educativas, seguiremos teniendo la mitad del país con posibilidades de desarrollarse y la otra mitad sin posibilidades. Desde nuestro nacimiento como Nación estamos llamados a otra cosa. El Preámbulo de nuestra Constitución Nacional, ese texto con el que nos identificamos todos, dice claramente que nos reunimos: “con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar suelo argentino”.
No creo que haya un gesto de mayor inclusión que enseñar a leer y escribir a cada uno de los habitantes de nuestro suelo y que pueda hacerlo en libertad para así desplegar todo su ser y llegar a todos los mundos posibles. ¿Cómo vamos a afianzar la justicia y consolidar la paz si enseñamos a leer y escribir sólo a uno de cada cuatro chicos que van a la escuela?
Porque no es que no aprenden. Es que no les estamos enseñando. Y esto no es porque los docentes no lo hagan (tenemos cientos de miles de docentes comprometidos y maravillosos que están dando todo en cada aula). No es eso. El problema es que hoy, en Argentina, enseñar a leer y escribir no es el objetivo de la escuela. Sí, así como lo escuchan. Les estamos pidiendo a los docentes cientos de miles de cosas, pero no les pedimos, ni les damos las herramientas, para que enseñen a leer y escribir y que todos los alumnos aprendan en tiempo y forma.
Cada Nación tiene un modo de proponer sus objetivos nacionales, educativos y de desarrollo. Argentina, en el año 2004 eligió los NAP: “núcleos de aprendizaje prioritario” y en ellos busca expresar las metas de su sistema educativo y a qué aspiran sus escuelas. Estos NAP constituyen una base común para la enseñanza en todo el país. Fué establecida a partir de los acuerdos entre el Ministerio Nacional y las jurisdicciones, alcanzados en el Consejo Federal de Educación. Los NAP se encuentran organizados y divididos de acuerdo al campo de conocimiento y al año escolar y todas las provincias, y cada escuela, en cada rincón, siguen esos objetivos.
Los NAP, dicen de sí mismos “que quedaron presentados como un conjunto de saberes que debían formar parte de la educación de todos los chicos, tanto por su significación subjetiva y social como por su potencialidad para construir, en un proceso de mediano plazo, una base común que aporte a revertir las injusticias”. Pero ¿Qué igualdad de oportunidades están generando hoy los NAP en Argentina? ¿Cómo están revirtiendo las injusticias?
Cualquiera que lea los NAP vigentes hoy no encontrará la frase clave y fundamental que conduce a generar esa igualdad de oportunidades. Los NAP nunca dicen que el objetivo prioritario de la escuela sea “enseñar a leer y a escribir de manera concreta y sistemática para que lo logren todos los estudiantes antes de tercer grado de la escuela primaria”. No lo dicen, por eso no lo estamos logrando.
Los NAP no dicen nada de esto pero, además, incurren en eufemismos tales como “que los alumnos logren la comprensión de algunas funciones de la lectura y la escritura por medio de su participación en ricas, variadas, frecuentes y sistemáticas situaciones de lectura y de escritura”.
Los NAP tampoco hacen alusión a cómo se enseñará a leer y escribir y a cuáles son los métodos probados científicamente que están contribuyendo a que los chicos de todo el mundo lo logren como su primer derecho fundamental.
Argentina necesita despertarse y despertar a su escuela. No hay dudas que nuestro objetivo prioritario debe ser que cada uno de nuestros chicos y chicas aprendan a leer y escribir para luego poder llegar a lo más alto de sus trayectorias escolares y de su desarrollo personal. Si logramos unirnos detrás de este objetivo entonces seremos esa Nación justa y soberana que nos propusimos en 1853.
(*) Sobre Victoria Zorraquín
Victoria Zorraquín es Licenciada, Profesora y Especialista en Educación. Fundadora de la ONG Educere: “Docentes por un Mañana”. Hace más de 25 años que Victoria se dedica a hablar acerca de la necesidad de recuperar el prestigio docente. Ha recorrido escuelas de todo tipo y condición en la Argentina y en el mundo. Estuvo al frente de la Dirección de Escuelas Secundarias, Agrarias y Rurales, que depende del Ministerio de Agroindustria de la Nación. Durante 2019, ocupó el cargo de directora de Formación Continua en la Provincia de Buenos Aires.
Además, Victoria es autora del libro “Esperanza en la Escuela”, que cuenta la historia de Silvina, Mona, Yago y su equipo de educadores, desde el punto de vista de una alumna y el de una madre que también es educadora. Silvina es una maestra como tantos cientos de maestras. Mona es directiva. La voz de Esperanza, la alumna, expresa lo que no queremos volver a ver en las aulas, y también lo que soñamos y esperamos que sea posible. Este libro muestra una institución que necesita de riquísimos vínculos humanos. Una escuela con adultos trabajando en equipo, confiando entre ellos, creyendo en lo que hacen, convencidos de que vale la pena construir juntos la escuela que necesitamos.
Por último, Victoria Zorraquin junto a un grupo de especialistas y creativos diseñaron y lanzaron desde Educere ONG una guía didáctica gratuita para llevar el Mundial al aula. Una herramienta que la comunidad educativa de cualquier lugar pudo descargar de la red. La misma contenía cientos de propuestas para trabajar durante el Mundial de Fútbol 2022, las diferentes áreas de conocimiento de la escuela primaria y secundaria de manera innovadora. La Guía tuvo 27.107 descargas: escuelas de Argentina y Uruguay; y también la usaron en México, USA y Suiza como modelo de aprendizaje durante la competencia mundial. Luego del éxito de la primera guía, la directora de Educere ONG, lanzó la segunda edición a modo de continuidad, llamada “Campeones del mundo”. Una Guía nuevamente gratuita, para todas las escuelas, docentes, directivos, entre otros especialistas de la comunidad educativa, diseñada para recuperar contenidos, iniciar el trabajo en el aula, y trabajar en los valores de la “Scaloneta” junto a los alumnos.
Gentileza.- Ángel Colángelo