Fernando Vilella ya conduce los destinos de la política agropecuaria en la Argentina. Las novedades respecto del futuro del agronegocio no tardarán en llegar.
Comienza una nueva etapa en la Argentina y con ella se renueva la esperanza de quienes se dedican a la producción de alimentos.
Fernando Vilella ya conduce los destinos de la política agropecuaria en la Argentina. Incorporó el término “bioeconomía” con el que ahora se conoce su cartera desde el punto de vista administrativo en el estado, bajo la orbita del Ministerio de Economía.
Según explicó el propio Vilella, “el concepto esta asociado al desarrollo territorial y eso tiene que ver con las transformaciones que se han hecho en el sector de la biomasa en múltiples productos que van desde los tradicionales granos y carnes hasta otros de mayores complejidades, como pueden las bioenergías, los bioinsumos y los bioplásticos, con moléculas más amigables con el ambiente”.
Sin dudas, este nuevo ciclo tiene una relación directa con lo que ayer explicó el Presidente Javier Milei en su discurso de asunción: el futuro de la Argentina abraza las ideas del desarrollo, de las reglas claras, del respeto a la propiedad privada y del libre comercio. El campo, sin haber sido mencionado, sí estuvo presente en esa histórica jornada democrática.
Las novedades respecto del futuro del agronegocio no tardarán en llegar. La semana pasada Ámbito participó de un evento al que asistieron más de 100 referentes y empresarios del campo, donde se conversó acerca de las próximas medidas que impulsará Vilella durante sus primeras semanas en la gestión.
Allí, el Secretario de Bioeconomía confirmó que desaparecerán las regulaciones que entorpecen el comercio y la exportación. En el caso de la ganadería eliminará los cupos y restricciones que existen para exportar carne y en cuanto a la agricultura, se quitarán los volúmenes de equilibrio y desaparecerán los fideicomisos.
Uno de los temas que no tendrá modificaciones es el de las retenciones. Si bien Vilella expresó que existe un diálogo sobre este punto con el equipo de Economía que conduce Luis Caputo, ante la consulta de Ámbito explicó que “las retenciones son del área de incumbencia de economía, siempre lo fueron”. Por lo tanto no habrá novedades ni modificaciones en este sentido al menos por un largo trecho. No hay plata y modificar las retenciones iría en contra del principal tópico del pensamiento del Presidente: el inexorable e inevitable ajuste que se viene.
El rol de las gremiales del campo
Las entidades que integran la Mesa de Enlace siguen de cerca los primeros pasos de la nueva gestión. Desde Confederaciones Rurales Argentinas la semana pasada emitieron un comunicado que golpeó las filas de Vilella mientras armaba su equipo de colaboradores y horas antes de asumir en su cargo, otro duro documento repasó los últimos cuatro años de “promesas truncas, relatos, moral resbaladiza y valores pisoteados” para dar paso a una nueva oportunidad que “estamos obligados a aprovecharla”.
La expectativa es grande, pero la necesidad de que las cosas cambien es enorme y el gremialismo sin dudas lo hace notar desde el primer día.
La campaña agrícola 2023/24
El sector productivo viene de sufrir la peor sequía de los últimos años, los productores están golpeados y endeudados pero al mismo tiempo esperanzados por las lluvias que llegaron en los últimos dos meses y expectantes por los cambios que se vienen desde el punto de vista de la política macroeconómica donde el reacomodamiento del tipo de cambio es una luz entre tanta oscuridad.
Al ser consultado acerca de cuál es el escenario productivo que recibe Javier Milei, Matías Amorosi, analista de la consultora AZ Group aseguró a Ámbito que el nuevo Gobierno “recibe la superficie de soja sembrada más alta de los últimos 10 años y en el caso del maíz un área que si bien no es récord estará muy cerca de serlo. Todo esto atravesado por un año Niño, con expectativa de altos rindes, por lo tanto vamos superar las 130 millones de toneladas de granos”.
La gran incógnita es a partir de cuándo se convertirán esos granos en dólares cantantes y sonantes. Según Amorosi, “la soja comenzará a ingresar a partir de Abril o Mayo, porque muchos atrasaron la siembra por la falta de lluvias. Por otra parte hay muy poca área sembrada de maíz de primera y casi todo se fue a tardío, por lo tanto los dólares del maíz comenzarán a ingresar en junio”.
En cuanto al escenario ganadero, Milei recibe una caída en superficie, es decir una liquidación de stocks. Amorosi explicó que “va a haber poca continuidad en los ciclos ganaderos y eso implica menor producción de carne”. En este sentido, se prevé una mejora en los precios para el productor, pero en las góndolas serán tiempos muy duros y probablemente caerá el consumo.
Lo que ocurra con la carne vacuna vale como ejemplo. Con esa bomba – en constante tic tac – en la calle, muchos funcionarios cayeron en la trampa de la urgencia y buscaron resolver con atajos lo que el mundo resolvió con mayor productividad. Quizá, ya que Vilella no tendrá demasiada injerencia en cuestiones económicas, uno de los desafíos más importantes en términos productivos sea aumentar la oferta de bienes agropecuarios. El reloj comenzó a correr.
Por Daniel Aprile
Temas Campo
Fuente.- https://www.ambito.com