Del 8 al 14 de Junio se conmemora la Semana Argentina de las Alergias Alimentarias. Se trata de una respuesta anormal del sistema inmunológico contra las proteínas de ciertos alimentos, que se repite cada vez que se ingiere el mismo.
El objetivo es promover la concientización, aumentar la sospecha clínica y tomar acciones sobre su prevención y manejo adecuado. Desde el Hospital Escuela de Agudos Dr. Ramón Madariaga de la ciudad misionera de Posadas se brinda unas recomendaciones higiénico-dietéticas para el tratamiento de alergias alimentarias.
Todo se trata de cuando el alimento es un problema. Las alergias alimentarias son un grupo de enfermedades que han cobrado más importancia debido a su drástico aumento en los últimos años. Tienen mayor relevancia en niños, considerándose ‘la segunda oleada’ de la epidemia alérgica. A nivel mundial, estas enfermedades afectan a 1 de cada 12 niños.
¿Qué debemos saber de las Alergias Alimentarias?
8 alérgenos son los responsables de la mayoría de las reacciones: leche, huevo soja, trigo, frutos secos, pescado, mariscos y maní
La leche de vaca y el huevo son los de mayor relevancia en Argentina.
Impactan en la calidad de vida del paciente y su familia, y en ocasiones poniéndola en riesgo por lo que la posiciona como un verdadero problema de salud pública.
Recomendaciones del Hospital Madariaga desde el Servicio de Nutrición
- Una vez que se haya determinado el tipo de alimento que causa la reacción alérgica, la única forma de tratarla es evitando su consumo.
- Leer la lista de ingredientes y el etiquetado de advertencia (el mismo se encuentra luego de la lista de ingredientes en mayúsculas y comienza con la frase “puede contener”, seguido de la/s sustancias alergénicas o derivados correspondientes) de cada uno de los alimentos que vaya a adquirir. Repetir esta acción en cada compra, ya que el fabricante puede realizar modificaciones en la preparación del alimento.
- Evitar la compra de alimentos a granel, ya que suelen utilizar los mismos utensilios para fraccionar alimentos aptos y no aptos.
- Revisar productos de aseo personal (como por ejemplo cremas o maquillaje) ya que pueden contener proteínas u otros componentes alimentarios que causen alergias (almendras, leche, soja).
Al momento de salir a comer fuera de casa:
- Evitar comer en lugares donde se utilizan los mismos utensilios para la elaboración de alimentos aptos y no aptos (restaurantes tipo bufet o heladerías).
- Se debe comunicar la situación al personal de cocina y solicitar una información detallada de los ingredientes que componen cada preparación, ya que persiste el riesgo de contaminación.
- Evitar alimentos fritos, ya que se suelen freír alimentos aptos y no aptos en el mismo aceite de fritura.
- En aquellos lugares donde, no se tenga absoluto conocimiento de los ingredientes que componen las preparaciones a ingerir (por ejemplo, en viajes en colectivo o avión que cuentan con servicio de alimentación), se recomienda llevar consigo su propia vianda individual.
Al momento de manipular y cocinar los alimentos, tener en cuenta lo siguiente:
- Lavarse correctamente las manos, con agua y jabón, antes de manipular los alimentos.
- Si en su hogar convive con más personas, utilice utensilios específicos para la elaboración de las preparaciones aptas, ya que en los utensilios de uso común pueden quedar residuos de alérgenos.
- Si en su hogar convive con más personas, preparar primero el plato libre de alérgenos, con la limpieza previa de la zona y, luego retirarlo de la cocina al momento de elaborar las demás preparaciones
- Almacenar por separado los alimentos aptos para consumo, de aquellos que causen alergia o que podrían contener alérgenos, tanto en heladera como en alacenas.
¿Cómo reconocemos a estas enfermedades?
Se pueden presentar dos grandes grupos de pacientes, los que inician sus síntomas de forma rápida, luego de la ingesta del alimento (mediados por un anticuerpo denominado IgE) y los que lo hacen tardíamente.
Las manifestaciones son variables: desde las leves, como enrojecimiento alrededor de la boca, ronchas y/o hinchazón en labios y párpados hasta el shock anafiláctico con riesgo para la vida.
Hay niños que suelen debutar con síntomas gastrointestinales, tales como cólicos persistentes, vómitos, reflujo, diarreas y/o deposiciones con mucosidad y sangre.
El eccema suele ser un síntoma de alergia alimentaria.
¿Se puede prevenir?
Favorecer el parto natural y evitar antibióticos innecesarios, sobre todo los primeros meses de vida y fomentar en la madre una dieta variada y saludable sin restricción de alimentos alergénicos, durante el embarazo o la lactancia, son las medidas de prevención más relevantes.
La lactancia materna cumple un rol fundamental. Mantenerla exclusiva los primeros 4 a 6 meses.
¿Se cura?
En general, las alergias alimentarias son una condición benigna y transitoria, un porcentaje menor no se cura.
Trabajar en su inclusión debe ser una prioridad
La alergia alimentaria afecta la calidad de vida del niño y de su familia.
Algunos niños pueden requerir dietas estrictas que generan dificultades y hostigamientos a la hora de socializar y en la escolarización, un 20 % de las reacciones graves pueden ocurrir en la escuela, lo que produce ansiedad y estrés.
El trabajo en equipo entre paciente, familia, comunidad, docentes y el personal de salud es fundamental para promover un ambiente seguro y mejorar la situación de los niños con alergias alimentarias.
En el contexto de la pandemia del COVID-19 de acuerdo a la información actual no ha demostrado que la alimentaria sea un factor de riesgo.