El Ciclón venció 2 a 1 a Platense y la Academia cayó 1 a 0 ante Atlético Tucumán. Además, Huracán perdió 2 a 0 como local ante Tigre e Instituto se impuso sobre la hora 2-1 ante Banfield en el Sur.
Luego del empate con sabor a poco que dejó el clásico frente a Independiente, Racing se trasladó al norte argentino con la misión de volver al triunfo para no perderle pisada a Vélez, en la cima de la Liga Profesional. Si bien Atlético Tucumán no se dejó intimidar con las figuras de la Academia, a través de la pelota parada el conjunto de Gustavo Costas hizo los méritos suficientes para abrir el marcador.
La exquisita pegada de Juanfer Quintero provocó serios problemas en la defensa del Decano. Y sólo por las notables intervenciones de Tomás Durso la visita no se puso en ventaja. El colombiano probó con un tiro libre que el arquero desvió al córner. Luego intentó sorprender con un gol olímpico que paralizó los corazones del público y unos instantes después buscó la cabeza de Roger Martínez, quien logró anticipar a toda la defensa, pero su testazo se fue desviado por el primer palo.
La respuesta del dueño de casa llegó mediante el laboratorio de Facundo Sava. El balón detenido a cargo del Pulga Rodríguez le permitió a Moisés Brandán fusilar a Gabriel Arias desde la medialuna del área grande, pero el neuquino con pasado en Defensa y Justicia respondió con seguridad.
La mala fortuna para los de Avellaneda se instaló cuando Agustín García Basso se resbaló en la mitad de la cancha y cayó con el peso de todo su cuerpo sobre su hombro izquierdo. Una lesión que lo sacó del partido y su lugar fue ocupado por Leonardo Sigali.
Cuando el cronómetro de Fernando Echenique llegaba a la media hora, el legendario delantero con pasado en Colón de Santa Fe y Gimnasia inventó una asistencia perfecta para la proyección de Renzo Tesuri y el volante resolvió con categoría ante la salida de Arias. La tibia marca de Facundo Mura facilitó el trabajo del atacante, quien hizo delirar al público local con su conquista.
Antes del cierre de la etapa inicial, la sociedad compuesta entre Roger Martínez y Baltasar Rodríguez pudo derivar en el empate, pero la definición del pibe del Tita surgido de Monte Hermoso se fue a medio metro del poste de Durso. A Racing le faltaba claridad en la puntada final. Incluso en el tiempo de descuento, Maxi Salas descargó para Juanfer Quintero, pero el ídolo de River Plate resolvió con un remate que no tuvo el destino deseado.
En el complemento, la Academia tuvo la igualdad en los pies de Mura, pero el palo le negó el festejo al ex Estudiantes. La diagonal que le había sugerido Baltasar Rodríguez en el contragolpe le abrió el camino al lateral, quien se lamentó la ocasión desperdiciada. Los de Costas la habían hecho muy bien, pero la suerte jamás acompañó.
En el tramo final, el Decano tuvo la chance de liquidar el pleito con un tiro libre de Mateo Bajamich que Arias desactivó con un recurso propio del vóley. Y en contrapartida, las paredes construidas entre Roger Martínez y Agustín Almendra eran merecedoras de la conquista albiceleste, aunque la producción de Durso atentó contra los deseos bonaerenses.
Si bien Racing mereció llevarse algo del Monumental José Fierro, en líneas generales el equipo no estuvo a la altura y cedió terreno en la pelea por los primeros puestos del torneo doméstico. Si realmente quiere ser protagonista del campeonato, deberá replantearse muchas cosas. Como las decisiones que tomó el entrenador, quien jamás brindó una solución a los problemas que le generó Atlético Tucumán.
En una tarde gris en la que Huracán tuvo la oportunidad de alcanzar a Vélez en la cima de la Liga Profesional, el Globo comenzó su jornada de la manera menos pensada: con un resultado adverso frente a Tigre, uno de los equipos más limitados del torneo doméstico. Una magnífica habilitación de Gonzalo Maroni le permitió a Blas Armoa tocar junto a un palo de Hernán Galíndez y silenciar el pintoresco Tomás Adolfo Ducó de Parque Patricios.
Lejos de lo que marcaban los pronósticos, el combinado quemero jamás encontró la fórmula para emparejar las acciones y cerca del final, luego de una mala salida del arquero del seleccionado ecuatoriano, Florián Monzón selló el 2 a 0 para liquidar el compromiso a favor del Matador. El equipo de Frank Kudelka vivió una tarde de terror en el Palacio. Es que los de Sebastián Domínguez demostraron que quieren dar pelea en la zona baja y reman para escapar continuamente del peligro del descenso. Los tres puntos se fueron para Victoria.
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