Con el avance del ciclo de los cereales de invierno y las recientes lluvias en localidades trigueras del país, han aumentado las consultas sobre el manejo del nitrógeno, dado su rol crucial en la definición del contenido proteico para los cereales de invierno.
Es que el nitrógeno es fundamental para promover un desarrollo vigoroso y homogéneo de las plantas, favoreciendo la formación de hojas. Un aporte adecuado de este nutriente a lo largo del ciclo del cultivo asegura no solo un mayor rendimiento, sino también una mejor calidad del grano al incrementar el contenido proteico, un atributo especialmente valorado en los mercados. Por otra parte, el azufre, también cumple un papel protagónico al eficientizar la síntesis de aminoácidos y proteínas. De hecho, su deficiencia puede llevar a un uso ineficiente del nitrógeno, reduciendo el potencial productivo del cultivo.
Por eso, los técnicos de Yara, compañía noruega especializada en fertilización, diseñaron una serie de herramientas y recomendaciones para aumentar la productividad de los cultivos y la calidad de sus granos. Los expertos recomiendan, en primer lugar, monitorear el lote con un dispositivo que mida la clorofila como el N-Tester, que permite ajustar la dosis de nitrógeno en función de la probabilidad de respuesta.
Esta información se puede integrar luego a la plataforma Atfarm, que permite analizar la variabilidad a nivel de lote y generar, en simples pasos, una recomendación de fertilización variable. Esto optimiza el uso de fertilizantes, aplicando más kilos por hectárea en aquellas zonas que demuestran mayor potencial productivo y menos, en aquellas que tienen lo suficiente.
A esto debe sumarse la actual disponibilidad de fertilizantes foliares para las etapas finales de los cultivos, ya que permiten reforzar el aporte de nitrógeno y azufre. Estas formulaciones líquidas de rápida disponibilidad, contienen ambos nutrientes en proporciones óptimas para estadios avanzados. Un ejemplo en ese sentido es YaraVita AZOS, un fertilizante foliar ampliamente adoptado en otros mercados trigueros, que puede incrementar hasta en 1% el contenido de proteína, además de mejorar el rinde por la sinergia de ambos nutrientes.
Natalin Toscano, especialista de Productos de Alto Valor, lo resume de esta manera: “La combinación de estos nutrientes y herramientas digitales asegura una mejora integral del rendimiento y calidad de los cereales de invierno, contribuyendo a una mayor rentabilidad para el productor”.
Sobre Yara
Yara impulsa y promueve el conocimiento para proteger el planeta y alimentar al mundo responsablemente. Apoyando nuestra visión de un planeta sin hambre y respetado, lideramos una estrategia de crecimiento de valor sostenible, promoviendo una nutrición para los cultivos amigable con el medio ambiente y soluciones nutricionales con cero emisiones.
La ambición de Yara está concentrada en Cultivar Un Futuro Alimentario Positivo Para La Naturaleza que genere valor para nuestros clientes, accionistas y la sociedad en general, y entregue una cadena de valor de los alimentos más sostenible. Para lograrla hemos tomado el liderazgo en el desarrollo de herramientas digitales para la agricultura y en el trabajo cercano con productores a lo largo de la cadena de valor de los alimentos para mejorar la eficiencia y sostenibilidad de la producción de alimentos. A través de nuestro foco en la producción limpia de amoniaco, apuntamos a permitir la economía de hidrógeno, empujando a una transición verde en el envío, producción de fertilizantes y otras industrias que usan energía de manera intensiva.
Fundada en 1905 para resolver el hambre emergente en Europa, Yara ha establecido una posición incomparable como la única compañía global en la industria de la nutrición de cultivos. Operamos un modelo integrado de negocio con alrededor de 17.000 colaboradores y operaciones en más de 60 países, con un historial comprobado de fuertes ganancias. En 2023, Yara reportó ingresos por 15.5 mil millones de dólares.
Conocé más en: www.yara.com.ar
Gentileza.- Micaela Sierra Pino