Subdividir un campo amerita la participación de un agrónomo matriculado capaz de armar una subdivisión equitativa en potencial productivo independientemente de la cantidad de hectáreas métricas.
Entre las responsabilidades de los Ingenieros agrónomos está el mundo de la subdivisión de campos. Para capacitar a matriculados sobre este tema la Comisión de Peritajes, Tasaciones y Arbitrajes de CIAFBA organizó un curso de capacitación del cual participaron el Ing. Agr. Oscar Grasa MP 4295, quien además tiene una formación de empresas agropecuarias y es docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Mar del Plata, y la a Ing. Agr. Mirta Calandroni MP 1391, también docente de la casa de estudios Participaron más de 80 interesados y en primer término la Ing. Agr. Calandroni, especialista en uso de suelos y teledección, explicó cómo se construye la edificación de ambiente, croquis, tipos de suelo y armar el plano de campo con sus relieves. En clases posteriores Oscar Grasa abordó específicamente el tema de las subdivisiones. En el último encuentro participo el Ing. Agr. Jose Carranza, responsable del área de Ordenamiento territorial Rural del Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires
Ing. Agr. Oscar Grasa MP 4295
¿Qué es la subdivisión de campos?
“Existe una demanda sobre esta temática, es uno de las actividades profesionales que tenemos los ingenieros agrónomos matriculados y nos corresponde sólo a nosotros. Se basa en hacer un estudio agroeconómico para la correcta división de un campo. Cuando fallece el titular del campo y los herederos quieren repartir las tierras es clave hacer esta subdivisión desde el conocimiento agronómico. Así se determina como son las parcelas a subdividir, junto con el agrimensor, resguardando el potencial agronómico de cada una” afirma Grasa.
“Es clave definir la Unidad Económica Agropecuaria que es la base de cálculo para definir hasta donde se puede subdividir un campo y además explicar qué documentación se debe presentar ante el Ministerio de Asuntos Agrarios en caso para concretar la parte registros. El agrimensor y el agrónomo son quienes deciden cómo subdividir un campo. Uno podría pensar que se divide geométricamente en pates iguales y listo!!!!, pero el problema es que las hectáreas de un mismo campo no tienen la misma productividad. Si a uno le toca una laguna dentro de un campo esa persona hereda una tierra con menor productividad y menor valor. El arte del agrónomo está en armar una subdivisión equitativa en potencial productivo independientemente de la cantidad de hectáreas métricas. Es el agrónomo el que define qué ambientes hay dentro de un mismo campo y cómo repartir equitativamente esos ambientes” sostiene.
“Estas situaciones se dan tanto en sucesiones como en ventas de parte de un campo. Siempre hay que subdivir el campo desde la definición agronómico. La disposición dictada en el 2017 por el MDA es lo que ha ordenado esta actividad y desde que se creo el CIAFBA, participa un matriculado y el Colegio visa el estudio agroeconómico. Para definir los honorarios de los agrónomos que participan, el Colegio fija un mínimo de honorarios éticos y es la base de los honorarios a acordar entre partes. Son contratos privados de acuerdo a las superficies, no es lo mismo un campo de 200 has que uno de 3000. También hay complejidades como los campos que son atravesados por un curso de agua, en esos casos se da intervención a la autoridad del agua o si se va a hacer un sistema d producción intensiva también genera más complicaciones que debe resolver el profesional”. “En síntesis lo que está detrás es evitar la pulverización de la tierra. Sin criterio se podría subdivir un campo en parcelas de 5 has y esos espacios tan pequeños pierden por completo su potencial productivo y no se podría sostener una empresa agrícola o ganadera. Eso se llama evitar la pulverización, que las parcelas que queden puedan servir para montar una empresa razonable” concluye.
Gentileza.- Lic. Pablo Formaggini / Agroagencia.com