21 marzo, 2025

Más energía y menos pérdidas: Los beneficios de la inoculación en silaje de grano húmedo

Estudios recientes muestran que la bacteria Lactobacillus buchneri cepa LB1819 mejora la conservación del forraje, favorece la digestibilidad del almidón, potenciando la eficiencia productiva y la rentabilidad para el productor.

El uso de inoculantes en el silaje de grano húmedo, una estrategia ampliamente utilizada en la alimentación animal, puede optimizar su calidad y valor nutricional gracias a la inoculación con la bacteria probiótica Lactobacillus buchneri, y en particular, la cepa LB1819. Investigaciones recientes demuestran que esta práctica no solo mejora las buenas condiciones de conservación del forraje, sino que también aumenta la digestibilidad del almidón, lo que se traduce en una mayor disponibilidad de energía para el ganado.

La presencia de Lactobacillus buchneri, en su cepa LB1819, promueve la producción de ácido acético, clave para inhibir el crecimiento de hongos y levaduras, lo que retrasa el deterioro del forraje cuando se expone al aire. Esto permite reducir pérdidas y garantizar una mejor calidad del alimento durante más tiempo.

Otro beneficio clave de la inoculación es su efecto sobre la digestibilidad del almidón. Su acción sobre la estructura del grano facilita que los microorganismos del rumen lo descompongan con mayor eficiencia, permitiendo que los animales absorban más energía de su alimentación. Como resultado, se logran mayores niveles de producción de leche y una mejor ganancia de peso en bovinos de carne, maximizando la eficiencia productiva.

Evidencia científica que respalda la inoculación

Entre los estudios que han confirmado los efectos positivos del uso de L. buchneri cepa LB1819, se puede mencionar un trabajo del doctor Antonio Gallo y un equipo de investigadores (2022), que encontraron que los inoculantes con esta bacteria mejoran la estabilidad aeróbica al reducir significativamente el crecimiento de levaduras y mohos, lo que prolonga la vida útil del silaje. De la misma forma, una investigación liderada por B.A.

Saylor demostró que la inoculación con L. buchneri cepa LB 1819, incrementa la producción de ácido acético en solo 14 días, mejorando la estabilidad aeróbica y favoreciendo la degradación del almidón al reducir la matriz proteica que lo encapsula.

La importancia de las cepas

Desde Novonesis, líder en biosoluciones para nutrición animal, destacan la importancia de seleccionar las cepas adecuadas para maximizar los beneficios del silaje. “El uso de Lactobacillus buchneri, y su cepa específica LB1819, permite optimizar la conservación del forraje y mejorar la digestibilidad del almidón, impactando directamente en la eficiencia productiva de los animales. En Novonesis, trabajamos para ofrecer soluciones basadas en ciencia, asegurando que nuestros productos brinden resultados comprobados para los productores”, señala Fernando Clemente, Gerente Técnico de Cuentas de Novonesis.

Impacto en rentabilidad

La inversión en inoculantes se traduce en una mayor rentabilidad al reducir las pérdidas por deterioro del alimento y aumentar la eficiencia en la producción animal. Los productores que han implementado esta tecnología reportan una mejora significativa en la calidad del forraje y un impacto positivo en sus resultados económicos.

La aplicación de inoculantes en silaje de grano húmedo representa un cambio significativo en la forma de conservar y aprovechar el alimento. Estos avances científicos confirman que esta tecnología puede marcar la diferencia en la rentabilidad y eficiencia de la producción ganadera.

Gentileza.- Micaela Sierra Pino

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