Las miradas se desvían y el partido de fútbol queda en segundo plano. Segundo Castillo luce de gala. Su equipo ya no lleva la presión, sino que la atención, al menos al principio, está puesta en su lujosa vestimenta. Con traje, o smoking, camisa, zapatos, el técnico traspasa la pantalla con su aroma de elegancia.
Castillo se popularizó a raíz de la vestimenta que decidió utilizar en el partido ante Corinthians, por la ida de la fase 3 de la Copa Libertadores, la que le dio acceso a jugar la fase de grupos y enfrentar a River, además de a Universitario y a Independiente del Valle, tras vencer 3 a 2 en el global al equipo de Ramón Díaz. Su smoking blanco no pasó desapercibido.
Sin embargo, esa elección no fue algo particular, sino una costumbre. En cada encuentro que disputa Barcelona luce un atuendo llamativo. Aunque su perfil era más bajo cuando era ayudante de campo de Ariel Holan.
La carrera de Segundo Castillo como entrenador es muy reciente. Asumió como técnico interino tras que Holan, actual técnico de Rosario Central, haya dejado el cargo. Tres victorias y tres empates ayudaron a que la dirigencia decida que asuma definitivamente el cargo. En total, el equipo ganó once partidos, empató cuatro y perdió dos. Además, se mantiene puntero en la liga local.
Más allá de eso, desde que se retiró en 2021 que decidió asumir seguir vinculado al fútbol. Anteriormente jugó en equipos como Espoli, El Nacioal, Deportivo Quito, Barcelona de Ecuador y Guayaquil City a nivel local, y en Dorados de Sinaloa, Al-Hilal, Puebla, Pachuca, Everton, Wolverhampton y Estrella Roja en el exterior. A su vez, formó parte de la Selección a lo largo de su carrera e incluso disputó el Mundial 2006, pero no el 2014 por una lesión que lo marginó, pese a que era parte del plantel.
Castillo es el segundo de siete hermanos. A los 14 años dejó su casa y se fue hacia Quito, en busca de ser futbolista, para jugar en el club Espoli. Su padre murió al año siguiente y cargó con la responsabilidad de mantener a su familia. Actualmente, en Barcelona, busca en la vestimenta la excentricidad que no pudo tener de chico.
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