4 diciembre, 2024

River Plate también tuvo su muestra de carácter: Barco brilló e hizo delirar al Monumental en el triunfo ante Sporting Cristal de Perú

El Millonario consiguió su primera victoria en la Copa Libertadores y se recuperó de la caída en la altura de La Paz. Le echaron a Enzo Díaz en el cierre del primer tiempo, pero lo ganó con autoridad.

En otra noche maravillosa de Copa Libertadores, River sacó adelante un partido chivo y, jugando con unos menos durante todo el segundo tiempo, le ganó 4-2 a Sporting Cristal de Perú. Brilló Esequiel Barco, con un doblete que hizo delirar al repleto estadio Monumental y le devolvió la confianza al equipo después del tropiezo en la altura de La Paz ante The Strongest.

La duda cabía en todos los que estuvieron en Núñez: ¿por qué Martín Demichelis optó por sacar a Rodrigo Aliendro, esa rueda de auxilio de Enzo Pérez? En la previa, hay que decirlo, la movida parecía acertada por la posibilidad de que Cristal se meta atrás. Y se metió. Pero también atacó cuando pudo y ahí River volvió a quedar muy flaco en defensa, como en tiempos pasados con Marcelo Gallardo. Otra vez la imagen de Enzo Pérez corriendo desde atrás a todos. Por eso la duda invadía a los hinchas de River.

Arrancó con un 4-1-3-2 el local, con Barco por el centro, Nacho Fernández en derecha y Nicolás De la Cruz por izquierda para conectar con los delanteros Rondón -otra vez con movimientos pesados- y Beltrán. Atacó mucho River, aunque no del todo bien. Lució demasiado acelerado, como queriendo hacer el segundo antes que el primero. Y en ese frenesí, Nacho se la pasó más protestando contra el árbitro que con la pelota en los pies, su mejor virtud.

Es intensa la Libertadores, se sabe. Y difícil. Una falta evitable de Enzo Díaz provocó el gol del brasileño Ignacio a los 5 minutos. No sería una noche sencilla para los de Núñez. La marca en zona fue pobre: el defensor del conjunto peruano entró desde atrás y cabeceó con total soledad.

Y fue River, chocando más que jugando. Se insiste: estuvo acelerado, enloquecido. Tan solo debía jugar porque los goles llegarían por decantación. Pero entró en un estado de alteración innecesario. Empató rápido luego de un enorme centro de Enzo Díaz y un buen cabezazo de De la Cruz. Ni así se tranquilizó.

No hubo grandes conexiones entre los volantes, más allá de que casi siempre la tuvo River. Se protestó más de lo que se jugó. Acumuló situaciones el local, con Barco y con Beltrán como abanderados. Justamente, el volante logró el 2-1 con un remate ajustado al palo. Iban 36 minutos.

Pero ni con la ventaja brilló River. Y volvió a quedar mal parado para que la ausencia de Aliendro otra vez se haga lamento. Le empataron de contra al equipo de Demichelis. Y peor aún porque quedó con un hombre menos por la expulsión de Enzo Díaz por una falta a Corozo, que luego ejecutó bárbaro el tiro libre para clavarla en un ángulo. Fue una jugada sencilla la del Cristal, que contó con un mal retroceso de De la Cruz y con un tardío cierre de Enzo Díaz. Un volante tuvo tiempo para pensar y un delantero espacio para picar. Fue el pase; fue una daga.

En el complemento, Demichelis hizo todo bien: realizó los cambios necesarios en los momentos indicados. De movida, mandó a Solari y a Aliendro por Rondón y De la Cruz para armar un 3-5-1, con Solari y Barco por bandas. Y luego, apenas logró la ventaja tras otro gol de Barco, puso a Herrera por Nacho Fernández.

Jugó más cómodo, más sereno y mejor River en la segunda parte. No estuvo acelerado. Enzo Pérez se comió la cancha y regaló una asistencia de crack para el 4-2 final de Solari. Y para la fiesta monumental.

Por Maximiliano Uria

Esequiel Barco y Pablo Solari, los autores de los goles de la victoria de River ante Sporting Cristal en el Monumental. Foto: Luis Robayo/AFP

Fuente.- https://www.clarin.com

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