El mercado corporativo empieza a mostrar señales concretas de recuperación. Proyecciones sectoriales anticipan que la Argentina podría ingresar en un ciclo de expansión entre 2026 y 2027, lo que ya se refleja en una mejora en la vacancia y en un repunte en la demanda de espacios de mayor calidad.
Expectativas más firmes, menor volatilidad y un horizonte macroeconómico más claro configuran un escenario donde las oficinas premium vuelven a ganar terreno.
Sobre ese telón de fondo interviene la mirada de Mariana Stange, de Mariana Stange Real Estate, quien confirma que las empresas retomaron búsquedas y están tomando decisiones con mayor convicción: “La búsqueda por espacios de clase A+ dejó de ser aspiracional para convertirse en una prioridad estratégica. Las compañías no solo valoran la ubicación, sino también la calidad edilicia, los servicios, la flexibilidad y la capacidad de adaptarse al trabajo híbrido”, señala Stange.
“Este repunte no se trata solo de ocupar metros cuadrados: las empresas quieren espacios que potencien su cultura, su productividad y que proyecten una imagen de solidez. Ese cambio de paradigma explica por qué se alquilan rápidamente las oficinas en buen estado de mantenimiento, con poca necesidad de inversión para el start up, incluso si esto implica un costo por metro cuadrado mayor”, agrega.

En ese contexto, los datos fortalecen la visión. Un informe reciente de mercado indica que al tercer trimestre de 2025 la vacancia para oficinas premium en Buenos Aires se redujo al 12,79%, con una absorción neta de 24.394 m². A su vez, la preferencia actual se concentra en inmuebles de entre 10 y 15 años de antigüedad, con buena conectividad, servicios, amenities y eficiencia edilicia, una combinación de cualidades que hoy dominan la demanda corporativa.
Este realineamiento responde a cambios estructurales en las necesidades del mercado -modalidades híbridas de trabajo, necesidad de espacios que fomenten la colaboración y expectativas macroeconómicas más estables.
Por eso, hoy más que nunca, relocalizar los propios espacios de trabajo con estos lineamientos en la mira y en algunos casos aprovechar para el “fly to quality” ya no es una alternativa: es una apuesta estratégica.
Para el mediano plazo, si el contexto económico acompaña, no solo podría consolidarse una recuperación sostenida del mercado de oficinas premium, sino también abrirse una ventana para otro tipo de inmuebles. Es esperable un cascadeo a otras zonas, otras categorías y nuevos desarrollos. Claro que la respuesta dependerá de la capacidad de la oferta de ofrecer valor diferencial como flexibilidad, sustentabilidad, servicios integrados.
Gentileza.- Mariela Blanco - Periodista